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EL MENSAJE

En un mundo saturado de imitaciones, piedras sintéticas y joyas vacías, he decidido volver al origen de la joyería.

Cada anillo Patrick Ahuir comienza su historia bajo tierra, en lo más profundo de la naturaleza.

Mis piedras preciosas no nacen en fábricas.

Nacen en cuevas, ríos, selvas y montañas.

Pasan de unas manos a otras, en un proceso donde cada etapa tiene rostro, historia y respeto.

Trabajo exclusivamente con piedras preciosas naturales, creadas por la Madre Tierra a lo largo de millones de años.

Esmeraldas, rubíes, zafiros, tanzanitas, ópalos, topacios... Cada una con alma mineral y origen ético.

Mis gemas provienen de minería etica a pequeña escala, llevada a cabo por familias locales que respetan su entorno, cuidan los ecosistemas y extraen con dignidad lo que la tierra entrega.

Mis anillos son una forma de honrar ese origen.

Montados en plata de ley cuidadosamente trabajada, cada pieza es única. Porque cada piedra lo es. Y cada persona también.

Esta no es joyería para todos.

Es para quienes valoran lo verdadero, lo justo, lo que viene de la Tierra con conciencia.

Patrick Ahuir no es solo una marca: es el viaje de un buscador.

Recorro tierras, minas y mercados del mundo en busca de piedras irrepetibles, para posteriormente fusionarlas con plata de ley al igual que se enmarcan obras de arte: con respeto, detalle y pasión.

No creo que una persona elija una piedra.

Creo que es la piedra la que encuentra a su portador. Por eso, cada anillo tiene un alma esperando ser reconocida. Y cuando eso pasa, lo sabes.

No es joyería. Es una conexión.

En una sociedad que glorifica el diamante perfecto, yo prefiero las piedras que cuentan una historia.

Rubíes con cicatrices. Ópalos que cambian de humor. Esmeraldas con huellas creadas por la inmensidad de la selva.

Lo bello no siempre es lo pulido.

Lo valioso no siempre es lo evidente.

Mis joyas no son ornamentos.

Son talismanes, recordatorios, símbolos personales.

Las piedras tienen un pulso. Y mi oficio es escucharlas y encontrarles portador.

Porque cuando llevas uno de mis anillos, no llevas solo un fragmento de nuestro planeta.

Llevas una historia real, con raíz y conciencia.

Por esta razón, me siento orgulloso de poder afirmar que mis anillos no están creados para cualquiera, solo para una inmensa minoría.
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