Vender reloj Breitling de segunda mano antiguo o moderno

Breitling fue creada en 1884 en St. Imier, Suiza, por Léon Breitling. Esta firma de relojería tiene una larga historia de creación de cronógrafos para su uso en la ciencia, las actividades deportivas y la industria. En 1892, la firma de relojes exclusivos se trasladó a unas instalaciones más grandes en La Chaux-de-Fonds.

En 1915, Breitling lanzó un reloj de pulsera con función de cronógrafo. Gastón Breitling, hijo de Léon, tuvo la fantástica idea de poner un pulsador a las 2 horas para iniciar, parar y poner a cero las funciones de esta complicación.

En 1923, las funciones de arranque y parada se separaron de la puesta a cero. La corona fue la encargada de poner a cero el cronógrafo, permitiendo al portador de un reloj Breitling medir el tiempo en eventos pulsando continuadamente el botón de inicio/parada sin tener que volver a poner a cero los registros de la pieza.

Pero aquí no termina la historia de los cronógrafos de Breitling. Willy Breitling, nieto de Léon, tuvo la genial idea de añadir un segundo botón a las 4 horas para poner a cero la complicación de cronómetro.

Este diseño fue adoptado por muchas marcas de relojes y hoy en día podemos ver como esta distribución es la habitual entre las piezas de relojería que tienen la función de cronógrafo.

Jack Heuer contactó con Breitling en 1967 con la intención de compartir los gastos de desarrollo necesarios para diseñar un nuevo cronógrafo que fuera automático.

Con el nombre en clave de "Proyecto 99", el calibre se convirtió en el legendario y conocido por todos los amantes de horología, como el Calibre 11, supuestamente el primer cronógrafo automático cuando vió la luz por primera vez en 1969, aunque esto genera cierta controversia entre varias marcas y aficionados a este sector.

El Calibre 11 se encontraba en las legendarias colecciones Heuer Monaco y Breitling Chrono-Matic.

Todos los modelos Breitling actuales, tanto mecánicos como de cuarzo, son cronómetros certificados por el COSC.